La pelea final del Sardinero HC masculino por la permanencia se juega al mejor de tres partidos en dos fines de semana consecutivos. El primer asalto se juega en casa del equipo cántabro, que recibe al RH Privé Benalmádena HC en el campo azul del CMD Ruth Beitia a las 12:30 horas del domingo, 29 de mayo. A la semana siguiente, 4 de junio se jugará el segundo partido en tierras malagueñas, así como el tercero y último en el caso de que ambos equipos estén empatados a victorias. Y decimos victorias ya que todos los partidos que terminen empatados a goles se resolverán en los shoot-outs, otorgando la victoria a uno de los equipos. De esta manera, de nada sirve especular e intentar arrancar un empate en el primer partido que no sirve de nada y que echa por tierra estrategias conservadoras.

Esta eliminatoria coge a los equipos en dinámicas diferentes. El equipo visitante terminó la liga regular la semana pasada con dos victorias y un empate en sus últimos tres partidos, ganándose la opción de luchar por el ascenso en esta eliminatoria y, por tanto, con la moral alta. Por su parte, el equipo cántabro terminó la liga regular hace dos semanas con una dinámica de resultados negativos, que ocultaron un buen juego de equipo falto de la fortuna necesaria para haber evitado la situación actual. 

Si bien es cierto que el ritmo de juego en la Liga MGS, que ha jugado el Sardinero HC de Alejandro Siri, es mayor que en la DHB masculina, ese parón de dos semanas podría dar ventaja al equipo andaluz o cuando menos igualar algo más las fuerzas. Un equipo andaluz cuyo objetivo para esta temporada era el ascenso y para el cual se reforzó a principio de la misma con jugadores de contrastada calidad como Lucas Vila, jugador argentino campeón olímpico en Tokio 2020 y Jérome Dekeyser, internacional belga, así como con el técnico argentino, Ezequiel Sosa, que fue jugador del club malagueño hasta hace dos temporadas.